A continuación se hace referencia a los procesos de fabricación de jabón en su forma más sencilla, en la cual se obliga a reaccionar la grasa, con una cantidad de álcali concentrado, muy próxima a la justamente necesaria para su saponificación total y dejándose solidificar toda la masa, sin la separación de glicerol libre, ni fase “pura” y “graso”. Estos procesos tienen la ventaja de necesitar instalaciones sencillas y mucho menos cuidada por parte del especialista, produciéndose jabón con determinado porcentaje de jabón anhidro.
Los procesos mencionados se emplean generalmente, en la fabricación de jabones a partir de aceites marinos y de coco, en la producción de jabones relativamente baratos obtenidos en instalaciones más pequeñas y también se preparan frecuentemente a partir de ácidos grasos con cierto contenido de grasa neutra.
– Jabones de Semiebullición:
Estos jabones se pueden preparar bien en calderas ordinarias o por tratamiento de pequeñas cantidades, en máquinas turbo mezcladoras. En cualquier caso se calienta la carga con la cantidad necesaria de soda cáustica concentrada y se añade silicato de sodio u otro agente reforzante no jabonoso, luego de que la saponificación ha terminado. Si la operación se efectúa en una caldera, la carga puede hervirse realmente; pero si se lleva a cabo en un mezclador la temperatura debe mantenerse un poco por debajo del punto de ebullición al tiempo que se mezcla intensamente la masa por medio de una agitación mecánica.