.- Se trata de un jabón de glicerina, sin alcohol, hecho con primeras materias especialmente frescas y puras. Este jabón se fabrica de conformidad con las siguientes
Fórmula:
Sebo de vaca (puede ser de otro tipo de animal o similar) 30 Kilos
Aceite de coco blanco…………………………………………………..50 Kilos
Aceite de ricino……………………………………………………………40 litros
Hidróxido de sodio (lejía de sosa cáustica de 38º Be……………60 litros
Lejía salino potásica de 18 º Be……………………………………….40 litros
Glicerina…………………………………………………………………….22 litros
Perfume…………………………………………………………………….1.5 kilos
Para fabricar este jabón se comienza por fundir las grasas, que luego se mezclan y se juntan en frío con 60 litros de lejía de sosa cáustica de 30º baumé y se bate vigorosamente durante unos 12 minutos. Luego se introduce la caldera en el baño de María y se calienta por espacio de media hora. En este tiempo la masa se presentará muy traslúcida y espesa análoga a un jabón de grano. Agítese fuertemente con una pala de madera y a fondo. Luego se le añade 40 litros de lejía preparada con solución de sal común de 8º Baumé y potasa cáustica que la eleve a 18º Baumé. Se agita de nuevo y se añaden 22 litros de glicerina, con lo que el jabón se vuelve muy fluido.
En este jabón, si está debidamente elaborado, debe haber un pequeño exceso de alcalinidad, fácilmente perceptible con la lengua. En la superficie del jabón acabado debe quedar una espuma bastante compacta, pero no grano sin disolver. Si hubiese grano en presencia de un pequeño exceso de álcali, debería añadirse un poco más de lejía potásica. En las pruebas sobre vidrio, este jabón de glicerina presenta en frío siempre un ligero enturbiamiento, lo que lo distingue de los jabones alcohólicos que, desde un principio, se presentan transparentes y se mantienen así de la misma manera, una vez enfriados. Este jabón presentarse bien espeso de lo contrario, habría que espesarlo y endurecerlo con uno o dos litros de sal común de 24º Baumé.
Una vez que el jabón presenta todos los caracteres requeridos, se perfuma con 1.5 kilos de aceite esencial (fragancias) y luego se filtra a través de un paño en un molde de hierro.
Conviene acelerar el enfriamiento de la masa jabonosa, siendo de notar que este jabón aumenta de transparencia con el tiempo. Por esto, conviene tardar lo más posible el troquelarlo para convertirlo en la formas deseada, las cuales ya no se contraen ni desecan más y ni se empañan ni se enrancian. Este jabón constituye un excelente detersivo por razón de la mucha glicerina que contiene, la cual ejerce sobre la piel la acción bienhechora que le es característica.